11 de junio de 2012 EFE
El joven saharaui que
permanece desde hace once días en huelga de hambre frente a la Embajada de
Marruecos en Madrid para lograr la liberación de 22 presos políticos, aseguró
hoy a Efe que no abandonará su lucha hasta que sea escuchado.
Lafkir Kaziza, de 21 años, permanece
en huelga de hambre desde el pasado 31 de mayo para exigir la libertad de un
grupo de presos políticos detenidos en el desmantelamiento del campamento de
Gdeim Izik, en diciembre de 2010.
El joven saharaui confesó que
tiene decidido "aguantar y resistir", pese al debilitamiento físico
que sufre por la falta de alimentación.
Kaziza, que pasa las horas
tumbado a la intemperie sobre mantas en la acera ubicada frente a la Embajada
de Marruecos, manifestó que "ninguna autoridad política" de ese país
se ha comunicado con él, y que sólo ha recibido el apoyo de un grupo de
eurodiputados y de la formación española Izquierda Unida (IU).
Aseguró que sólo abandonará la
huelga de hambre cuando los 22 presos políticos tengan "un juicio justo, mediante
un tribunal civil y con la presencia de observadores internacionales".
Kaziza recibe agua con azúcar
y un protector gástrico que cada ocho horas le suministra un grupo de
activistas prosaharauis que lo acompañan desde que inició su lucha.
Ha adelgazado diez kilos, ya
no puede moverse por sus medios, y necesita de una silla de ruedas cada vez que
tiene que trasladarse hasta el baño de una vecina de la zona que apoya la causa
del pueblo saharaui.
"Me siento cada vez más
débil, con pocas energías, pero con fuerza para seguir resistiendo", afirmó
a Efe.
El joven ha pedido asilo
político en España, adonde llegó en marzo en una visita de diez días para
explicar cómo fue detenido y golpeado por la Policía marroquí en el desalojo en
el que capturaron a sus compañeros.
Mañana, martes, diferentes
personalidades del mundo de la cultura española, encabezados por el actor Willy
Toledo y el poeta Luis García Montero, realizarán un acto de apoyo a la lucha
de Kaziza frente a la Embajada de Marruecos.
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